Euphorbia ingens E.Mey. ex Boiss.
EuphorbiaceaeTras navegar el Océano Índico, la expedición ya comandada por Juan Sebastián Elcano se acerca a las costas sudafricanas con el objetivo de doblar el Cabo de Buena Esperanza y poner así rumbo de regreso a España. Pigafetta escribe en abril de 1522 en su diario que tuvieron que permanecer nueve semanas enfrente de este cabo. Lo hicieron a pesar de que sus fuerzas iban ya muy mermadas, por ser el de Buena Esperanza el más grande y peligroso cabo conocido de la Tierra.
Si llegaron acercarse a estas tierras de Sudáfrica, los tripulantes de la nao Victoriaconocerían a la especie posiblemente más espectacular de su género, la Euphorbia ingens. Estas plantas son de un tamaño considerable -ingens significa enorme-, pudiendo alcanzar más de 10 metros en estas regiones del planeta, su hábitat natural. La disposición de sus ramas, partiendo desde muy abajo de su corto tronco, le dan el aspecto de candelabro por el que se conoce popularmente a esta singular planta, entre cactus y árbol. No habría servido de todos modos a los expedicionarios como sustento o alimento el candelabro, ya que es venenoso: el látex lechoso de la Euphorbia ingens es extremadamente tóxico y puede causar daños en la piel y ceguera tanto al ganado como a los seres humanos. De todos modos, aplicado correctamente, puede tener usos medicinales como purgante o para el tratamiento de úlceras. Se dice incluso que los pueblos Venda y Sotho sudafricanos lo usan para curar el cáncer.
Finalmente, cuenta Pigafetta en su diario, que con la ayuda de Dios doblamos este terrible cabo, siendo preciso acercamos a él hasta distancia de cinco leguas, sin lo cual no lo hubiéramos conseguido jamás. Sería el 19 de mayo de 1522.